
Las búsquedas de segundas interpretaciones o de objetivos, que han provocado el plebiscito ciudadano de amplia participación y de muy buen resultado en Vitacura, nos plantea un conjunto de desafíos políticos que vienen germinando en los últimos años, pero que requieren de claridad desde el inicio hasta la publicación exacta de los resultados.
La convocatoria ciudadana a un plebiscito, generada por la presión de la misma comunidad, debería ser vista con agrado por otras organizaciones comunales para solucionar problemas, a lo menos, en desarrollo e inversión. La situación más grave desde el punto de vista urbanista, se ha vivido en comunas como Ñuñoa, donde se ha arrasado con barrios en beneficio de la rentabilidad, pensemos comunal. En conclusión: se ha privilegiado la rentabilidad municipal y no comunitaria. El llamado bien común, simplemente no se ha calculado en función de los beneficiarios.
El plebiscito pone en práctica la cultura cívica, es un ejemplo digno de imitación. Ya quisieran otros municipios convocar a un importante número de personas y estos ser parte de las decisiones comunitarias. Por ende el objetivo prioritario de la convocatoria se ha cumplido y las reglas han establecido que el Municipio debe acatar dicho mandato.
Que mejor ejemplo para poder controlar el quehacer para el cual está electo un Alcalde que éste. Entonces, sólo el incumplimiento del resultado democrático del plebiscito podría provocar la destitución del edil en cuestión. La convocatoria urbanista, necesaria y urgente, no puede ser vinculante con la gobernabilidad edilicia. Queramos o no el edil fue electo recientemente con un 56,53% en un proceso democrático como el que se está analizando y nuestra sociedad no dispone del instrumento de revocatoria. Entonces al ser un proceso relacionado con la búsqueda del alejamiento del Alcalde, que interés tendrían otros Alcaldes de seguir un tan notable ejemplo democrático, en materias de alto interés comunitario, como el que se desarrolló en Vitacura.
Muy distinto es lo que vendrá en la lectura política del resultado. El alcalde perdió 3-0. Y obliga a quienes defendieron y ganaron con la postura del NO, a ser críticos con sólidos argumentos, ante un edil que se ha debilitado electoralmente en el tiempo.
Como colofón, éste acto ciudadano abre una puerta al irradiar la necesidad de más participación, a nivel local como a nivel nacional. En discusiones que ya no pueden estar concentradas en pequeños grupos, más aún cuando es evidente que existe disponibilidad a participar. Entonces al ver la desavenencia de estos días en temas valóricos que nos atañen a todos por igual y respecto de los cuales todos tenemos opinión, porqué mejor planteamos que se plebiscite. La discusión es de todos.
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