miércoles, agosto 18, 2010

Habemus Electos para el Comité Central 2010-2012





El peso de la historia ha presionado a quienes tienen como principal responsabilidad, oficiar de ecuánimes en el Partido Socialista. No obstante han hecho lo que se esperaba de ellos, ser Supremos, a los que recordaremos como los menos neutrales de todos los tiempos y hasta marzo del 2011 mantendrán sobre sus sienes la corona de olivos como Tribunos. Luego de ese momento y despojados de su sacrosanctitas, el barro de sus zapatos ensuciará las calles empedradas y podrán recibir el saludo que corresponde. La historia los hará suyo, y la indiferencia del tiempo les explicará que nadie recordará con afecto su actitud, ni siquiera los beneficiados de sus artificios.
Creo que hemos vivido un proceso electoral en el PS, tal y como son estos actos, cargados de obstáculos y orientados por quien ostenta el poder inmediato. Algunas nubes claras se vieron rondar guiadas por el futuro (actual) máximo líder de lo que ya no es Nuevo y poco le queda de Izquierda, y que contrastan con el sello que se impregnó en la reglamentación tendenciosa y a ratos autoritaria, justificada por instructivos cargados de buenas intensiones, pero carentes de legalidad. El que emanen del máximo pleno, no es suficiente.
De los resultados, nos enterábamos por la web con una imprecisión, que se podría decir: oficial. Al punto que la famosa empresa (desconocida y bien cuidada) representó fielmente este concepto, desarrollado por nuestros Tribunos criollos.
Todos recordarán el incidente donde la impotencia de no ser escuchados, obligó a subir la voz más allá de lo permitido, haciendo que se desordenaran las piezas del tablero e inmediatamente se nos vino la réplica en forma de ataque, buscando propinar un jaque al pequeño y liviano Alfil (bueno no tan pequeño ni liviano). Como colofón de éste hecho quedó la frase: “en mi tablero yo ordeno y tu observas, sino dispongo de peones que te harán retroceder”. (-Esto dicho en elegante, pero en la práctica, lo mismo cargado de chilenismos-).
No era un misterio la situación regional, ya que desde semanas anteriores, los ojos inquisidores del papado, estaban orientados a la Quinta Región. A quienes se les tildó de “matones”, de querer construir partido para sí y luego llevarlo hacia el vecino del PRO, de intransigentes. Al punto que los miembros del Tribunal Regional despertaron el día de la elección sin ser lo que eran y siendo notificados por el interventor regional que su herejía no permitía indulgencia alguna, dada la magnitud de sus pecados.
Nadie podría decirnos que los dejamos hacer lo que ellos quisieron. Hicieron lo que quisieron, independiente de la opinión nuestra y nuestro actuar. Simplemente ejercieron como si el bando número 5, fuera su inspiración. Asumiendo una sordera y ceguera propia de un jueces chilenos, guiado por el temor al dictador.

Todos quedamos con un sabor amargo: vencidos y ganadores.
La facilidad de palabras para expresar desconfianzas, traiciones, ironías y descalificar gratuitamente en instancias Supremas, se hizo una costumbre, que dejará la huella indeleble que esto no puede suceder.

La alternativa no es cambio o recambio, es transformar la actividad política en un instrumento que apoye al débil y le dé el estatus de respeto que merece, ante el poderoso. Un estatus que considere justicia e igualdad, en esta condición un partido político debe representar con energía a una ciudadanía, pero ser una voz ética y cargada de valores y principios.

La lucha continúa y se requiere ser parte de los futuros Supremos para cambiar la historia, en lo que a esta arista se refiere, pero nadie puede hacerlo solo se requiere ser parte, estar… es esencial para dar el paso siguiente y si eso se llama “lote” o bancada, llamémosle como se requiere: revolucionarios.